Uno de los factores que nos motiva a llevar a cabo este ambicioso proyecto es que muchos de los jóvenes que hoy trabajan en otros países, estarían dispuestos a volver a casa si tuvieran una oportunidad acorde con sus expectativas.
La emigración laboral es por naturaleza una emigración de largo plazo, en muchos casos definitiva. Esta emigración implica una mejora laboral, pero a la vez implica una tremenda pérdida emocional.
La pérdida del contacto diario con la familia, la pérdida del lugar de referencia y de algún modo, la pérdida de la propia identidad.
Pasado un tiempo en el lugar de destino, el emigrante toma conciencia de las implicaciones de su decisión. Es a este emigrante al que queremos recuperar; el que pudiendo estar lejos de casa, prefiere volver.
No podemos olvidarnos que, por la experiencia acumulada en su periplo lejos de casa, el emigrante ha adquirido un amplio conocimiento de una cultura concreta. Este conocimiento es una baza fundamental a la hora de orientar su vuelta en el terreno laboral, ya que podrá hacer uso de él una vez en España. Es otro de los factores que hemos percibido; una parte representativa de los emigrantes que vuelven a España tras un periplo en el extranjero lo hacen en desempeños laborales que guardan alguna relación con el país al que emigraron.
Así, una persona que pasó diez años en Alemania podría ser un profesional muy valorado en empresas alemanas con sede en España o empresas españolas con intereses en Alemania.
Necesitamos una oportunidad laboral ilusionante para este emigrante. Que sienta que su país le quiere, le valora y le necesita. Su vuelta es una gran noticia, el mensaje de optimismo que necesita España.