En 2011 se introdujo en la Ley Electoral (LOREG) el voto rogado para la ciudadanía en el exterior, obligando a los emigrantes a solicitar de forma expresa su deseo de votar para poder ejercer su derecho. Más de 10 años después, el Congreso de los Diputados pone fin a esta medida claramente injusta que situaba a la diáspora española en desventaja en una cuestión tan importante como la elección de sus representantes públicos.
¿Por qué el voto rogado?
La modificación de la Ley Electoral que introdujo el voto rogado pretendía eliminar problemas y fraudes detectados en las votaciones de los residentes en el exterior. Estos problemas se producían en muchas ocasiones porque el censo no estaba correctamente actualizado, produciéndose duplicidades, problemas de identificación, etcétera. Casualmente, esta modificación coincidió en el tiempo con el 15M y la irrupción de nuevos partidos políticos (Podemos y Ciudadanos) que ponían en peligro el sistema bipartidista representado por los partidos que impulsaron esta medida (PP y PSOE). El voto de castigo de los emigrantes que estaban abandonando nuestro país por la falta de oportunidades podía ser una amenaza.
Las 12 pruebas del voto rogado
Con la llegada de las elecciones, los españoles inscritos en el CERA (Censo Electoral de los españoles Residentes-Ausentes que viven en el extranjero) debían solicitar su voto a través de un impreso oficial junto con la copia de su DNI o pasaporte dirigido a la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral de la provincia correspondiente a su municipio de inscripción. Esto se tenía que hacer en un plazo concreto y breve en el tiempo tomando como referencia la publicación de la convocatoria de las elecciones en el BOE.
Después, la Oficina del Censo Electoral enviaba la documentación para poder votar por correo postal. Muchas veces las papeletas no llegaban a tiempo o no llegaban nunca. Otras eran los propios emigrantes los que tenían que abonar los costes.
Con esta documentación los emigrantes podían votar por correo o depositar su voto en el Consulado.
Este procedimiento reportaba denuncias por la complejidad de su tramitación y retrasos en la entrega de documentación que impedían que los emigrantes ejercieran su voto.
La consecuencia de este sistema fue un descenso significativo en la participación de la ciudadanía residente en el exterior en las elecciones en España. Mientras el número de españoles en el extranjero aumentaba, el número de ellos que ejercían su voto descendía.
El fin del voto rogado
El 9 de junio de 2022 el voto rogado se ha convertido en un mal recuerdo para la emigración española. El Congreso de los Diputados ha aprobado la eliminación del voto rogado junto a otras modificaciones de la LOREG que facilitarán el derecho a voto de los españoles en el exterior.
Cuando estas modificaciones entren en vigor las papeletas ya no se tendrán que pedir, sino que llegarán al domicilio de los residentes en el exterior. También se podrán descargar directamente de Internet. Además, se aumentará el plazo para que lleguen los votos y se habilitarán más centros de votación. Los votos serán enviados en valija diplomática para su escrutinio y el CERA será actualizado de forma periódica para evitar problemas con los datos recogidos.
El voto rogado es la punta del iceberg en el reconocimiento de los derechos de la diáspora española, pero aún queda mucho trabajo por hacer. A día de hoy, la ciudadanía en el exterior no puede acceder a determinadas ayudas sociales, tiene problemas para que los estudios que ha realizado en el extranjero sean reconocidos en España, su experiencia no se tiene en cuenta para acceder al empleo público, tiene dificultad para acceder al financiación bancaria por tener sus avales fuera de España, etcéterea.
Algunas Administraciones Públicas son conscientes de estas limitaciones y están trabajando para solucionarlas, como es el caso del Gobierno de Navarra, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Por eso desde Volvemos seguiremos defendiendo los intereses de nuestra emigración, dando visibilidad a sus historias y sensibilizando a Administraciones Públicas y empresas para favorecer su retorno.