Tenemos que analizar bien todo lo ocurrido este fin de semana en Berlín, la ciudad donde surgió la idea de nuestro proyecto. Tanto en las dos horas de conversación con más de cien emigrantes del viernes en el Instituto Cervantes, como en las casi tres de taller participativo con una selección de españoles que quieren volver en las oficinas de La Red. Nos hemos vuelto a Madrid con las pilas aún más cargadas y la emoción de saber que hay muchas expectativas puestas en lo que estamos haciendo.
El ambiente en el Cervantes era una mezcla de terapia de grupo, lluvia de ideas sobre lo que tiene que cambiar en España para que el retorno sea posible, y canalización de algunas frustraciones y miedos con respecto a la vuelta. Aunque no era sencillo, la charla fluyó en un formato distinto, en el que los organizadores fueron los que menos intervinieron para cumplir el objetivo del encuentro: conocer mejor las necesidades de los emigrantes. El Gobierno de España quiere ir a escuchar, nos dijo desde el primer día Agustín Torres, secretario general de Inmigración y Emigración, y vaya sí lo hizo.
Charlando al final del encuentro con Franco Delle Donne, buen amigo argentino-berlinés, nos decía que seguramente mucha gente de la que acudió no tenía intención de volver (aunque no lo verbalizara), y que esas personas, también los que sí quieren regresar, lo que demandaban era un reconocimiento. Reconocimiento a la valiente y difícil decisión que tomaron, a lo mucho que han crecido personal y profesionalmente estos años fuera, y a que la salida de cientos de miles de españoles como ellos evitó que un país en profunda crisis económica como España estallara del todo.
Reconocimiento tras años de negación y olvido. Reconocimiento para curar, de alguna manera, la herida de la emigración forzada. Reconocimiento de una realidad que genera muchísimas emociones personales y colectivas. La presencia del Gobierno de España, poder hablar de tú a tú a los responsables políticos, con la crudeza y la sinceridad de quien ha superado muchas barreras sin ayuda institucional, acentuó aún más esa idea de la reparación, del reconocimiento.
Hay mucho por hacer en nuestro país, lo tenemos aún más claro tras escuchar la visión escéptica de los españoles que quieren volver, pero es evidente que un encuentro así entre los emigrantes y su Gobierno no podría haberse celebrado hace unos años. Hay heridas en proceso de curación, y nace la esperanza de convertir a España en un país para volver, que abra la puerta del retorno a nuestros compatriotas.
-Para seguir recogiendo ideas y propuestas para el Plan de Retorno a España, tenemos abierta esta encuesta para emigrantes que quieren volver. No tardarás nada en completarla y tu aportación es muy importante: https://volvemos.org/encuesta-emigrantes
-En unos días nos vamos a Londres y repetimos la agenda de Berlín. Si quieres participar en el encuentro con emigrantes españoles del 30 de noviembre, 19 h, en el Colegio público Vicente Cañada Blanch, confirma tu asistencia en info@volvemos.org