Marc Quintana fue una de las primeras personas en participar en Retorn amb Oportunitats. La primera vez que hablamos con él, hace ya más de un año, mostraba el deseo de volver a casa, de estar junto a su familia y de seguir desarrollando su carrera profesional en Barcelona, pero también indicaba sin complejos que tenía miedo de dar el paso, de perder lo que había construido en Chile por ese deseo y verse obligado a empezar de cero.
Durante meses ha trabajado de la mano del equipo de Retorn amb Oportunitats en la búsqueda de un empleo en Barcelona y ahora, desde Barcelona y con un trabajo en la ciudad, quiere compartir su experiencia con otros emigrantes con la intención de ayudarlos a dar el paso y visibilizar las historias que hay detrás de la emigración.
La decisión de emigrar
Marc estudiaba Ciencias Ambientales en Barcelona, una carrera que le entusiasmaba pero, a medida que se acercaba a los últimos cursos, se daba cuenta de que encontrar un trabajo relacionado con sus estudios y bien remunerado en la ciudad iba a ser complicado.
Durante el último año de carrera, un profesor propuso a los estudiantes ir a otro país para hacer el trabajo final de carrera. Marc no lo dudó: “era una buena oportunidad de tener una experiencia en el extranjero y además con compañeros de la Universidad”. Algunos compañeros se fueron a la India y a Costa Rica, y otros, como él, a Chile.
Construir una vida en el extranjero mientras se añora la que se tenía
Al terminar el proyecto regresó a Barcelona, pero una vez aquí sintió un fuerte impulso de volver a Chile. “Aquellos seis meses me supieron a poco”. Para descubrir una nueva ciudad, una nueva cultura y otra forma de vivir necesitaba más tiempo. Primero se marchó un amigo suyo y él fue a continuación. El principio no fue fácil, reconoce que tuvieron que trabajar de cualquier cosa mientras, poco a poco, retomaban los contactos que habían hecho durante su etapa anterior y llegando así a participar en proyectos que realmente les interesaban.
En ese momento y sin darse cuenta, Marc estaba creando un nuevo hogar. Encontró una pareja y un proyecto laboral que le apasionaba. Pero Barcelona le volvió a llamar después de un tiempo en Chile. Pensaba que quizás estaba alargando demasiado su estancia en el extranjero, echaba de menos algunas cosas de España. Entonces regresó, pero en su vuelta se dió cuenta de que no encajaba en Barcelona “¿había cambiado tanto yo? ¿o era la ciudad la que había cambiado?”
Así pues decidió irse a Chile otra vez, ésta vez con la determinación de quedarse. Y allí estuvo durante años. Un día recibió un email con la información del programa de Retorn amb Oportunitats y pensó, “¿Por qué no? Lo voy a probar…”
Después de entrar en el programa y de recibir asistencia para buscar empleo en Barcelona, Marc ha conseguido trabajo en la ciudad, un trabajo que cumple con sus expectativas, por una parte porque las condiciones laborales son realmente buenas y por otra porque podrá desarrollarse en su campo.
Retornar con una mochila llena de experiencias y después de haber echado raíces en otra tierra no es fácil. Durante todo el proceso de migración se viven sentimientos muy intensos. Irse es emocionante, hay ganas e ilusión pero también puede haber incertidumbre y miedo. La experiencia de regresar puede ser igual de intensa que la de irse. La incertidumbre, la alegría y las dudas están también muy presentes, con reflexiones como ¿he tomado la decisión correcta?¿Y si no me adapto a mi tierra?
Marc nos habla de estos sentimientos, de lo que se siente cuando te vas y cuando vuelves, del duelo migratorio y del choque cultural inverso. Todo ha cambiado, tú has cambiado como persona y la ciudad que te acoge también.
Programas de retorno como Retorn amb Oportunitats pretenden ayudar a personas que viven experiencias migratorias como la de Marc. Si eres de Barcelona, tienes hasta 35 años, vives en el extranjero y quieres volver, puedes registrarte en Retorn amb Oportunitats para que te ayuden en tu regreso.